Nuestra meta es establecer su reino aquí en la tierra como en el cielo por medio de la alabanza… su presencia es nuestro mayor deseo. Anhelamos crear una atmósfera donde el poder de Dios habite y así podamos recibir nueva música celestial.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4: 23